El fotógrafo hispano-francés ha sido asesinado a tiros por un individuo perteneciente a una banda, mientras estaba haciendo un documental acerca de los delincuentes juveniles de las «maras». Es ciertamente un caso de la violencia que genera las diferentes bandas latinoamericanos, que ya sabemos todo la clase de personas que normalmente la forman. En el Salvador las bandas siguen siendo un grave problema y asesinan a todas las personas que ellos quieren. Es una pena que sigan ocurriendo estas barbaridades y que no se pueda hacer nada para acabar con esta gentuza, asesina y que hace que El Salvador sea un lugar peligroso para ser incluso un fotógrafo.
Este asesino cobarde no fue visto por el fotógrafo y ciertamente no hay acto más cobarde que asesinar a una persona que no puede defenderse. Es una maldición la de las bandas juveniles, donde los asesinos se pelean entre ellos y asesinan a otras personas. No sólo en El Salvador, sino que hay bandas en muchas otras zonas de latinoamérica y luego algunas se van a España, donde tan sólo cometen asesinato tras asesinato.
Después estos criminales no pagan por lo que hacen, aunque se merecían tener un final como el del fotógrafo, porque ha sido una actitud muy cobarde por parte de estos personajes asesinos, aunque son simples asesinos y forman parte de lo más bajo de la sociedad de El Salvador, ya que estos asesinos son los que manchan la imagen de este país, con este tipo de actos tan terribles, como el asesinato de este fotógrafo, que trabajaba en un reportaje en El Salvador acerca de las bandas callejeras o bandas asesinas.