La vida de un reportero en El Salvador es complicada, ya que ciertos medios de comunicación y en concreto reporteros reciben cada día mucha amenazas y por desgracia se acaban cumpliendo, debido a la que información que ofrecen no interesa que se difunda y los reporteros cumplen con su trabajo. Es una pena que El Salvador sea un país donde los periodistas reciben este tipo de amenazas, ya que hay otros muchos países donde la libertad de prensa no se respeta, aunque no llega a amenazas de muerte. Este tipo de situaciones no se deberían dar, porque los reporteros están cumpliendo con su trabajo que no es otro que el de informar, pero hay personas que no respetan a nadie y acaban con la vida de los reporteros trabajadores.

“Su cadáver fue localizado el 1 de julio dentro de un pozo en el Cantón Agua Zarca, jurisdicción de Ilobasco. El cuerpo mostraba señales de terrible tortura su rostros desfigurado y varios de sus dedos mutilados, y Medicina Forense determinó que murió por asfixia y que 72 horas (3 días) antes de la autopsia, que demuestra que estuvo con vida varios días antes de su crimen”, describe la carta.

“Como resultado de su activismo, Marcelo había sido víctima en los últimos meses, de amenazas a muerte, campañas de difamación e incluso un atentado de atropellamiento con vehículo; ninguno de estos antecedentes ha sido considerado en la investigación del crimen; además, el modus operandi de su secuestro, tortura y crimen, aduce a un crimen planificado, con autoría intelectual y con probable contratación de sicarios”, señala la misiva.