SAN ANDRÉS ( PARTE 2 )

En resumen, las investigaciones efectuadas en San Andrés durante los años 1940-1941, 1977-1978 y 1996-1997 han revelado hallazgos importantes y aportado datos valiosos que permiten conocer no sólo las características internas, sino también los contactos que San Andrés mantuvo con otros asentamientos prehispánicos de El Salvador y el área maya.

Los tres períodos de investigación revelan diferentes momentos de ocupación prehispánica.

El primero ocurrió durante el periodo Preclásico Medio (700 aC a 250 aC), el segundo durante el Clásico Tardío (600 dC a 900-100 dC), y el tercero durante el Posclásico.

Sin embargo, de estos tres periodos de ocupación maya, el más importante ocurrió durante el Clásico Tardío por la complejidad social y el avance cultural que alcanzó en su momento.

JOYA DE CEREN ( PARTE 1 )

Tomando el desvío hacia San Juan Opico, luego de pasar el puente a aproximadamente uno 15 minutos, encontrará a su izquierda el sitio arqueológico de Joya de Cerén.

Su nombre Joya lo toma por la importancia del sitio arqueológico y Cerén por que la hacienda donde fue encontrado el sitio cuando construían los silos para almacenar granos perteneció a la familia Cerén.

Hace aproximadamente 1400 años, el sitio arqueológico de Joya de Cerén era una aldea floreciente a orillas del Río Sucio, antes llamado Nexapa.

Los 5 kms que separan Joya de Cerén con Campana San Andrés exigían aproximadamente una hora a pie o un viaje breve en canoa por el río Sucio.

A pesar de que Joya de Cerén era autosuficiente en la producción de alimentos, la construcción de edificios y la elaboración de utensilios, sus habitantes dependían de San Andrés para la obtención de artículos, como herramientas, obsidiana, hachas de jade, pigmentos rojos y talvez conchas de mar y sal.

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